Es difícil ser justo con el significado e importancia que ha tenido el escándalo de Reddit-Robinhood-GameStop ocurrido la semana pasada.
Con esto no quiero decir que no haya sido sobreestimado en algunos lugares. He oído comparaciones con los disturbios del Capitolio. Y no es lo mismo: aquello se trató de una sedición; esto es rebelión, algo muy diferente. He visto peticiones para que los reguladores intervinieran y cerraran las plataformas de trading minorista, a pesar de que no haya sido clarificado si un delito fue cometido. Y he leído críticas que trataron a los líderes de este movimiento como “inadaptados”. Esa condescendencia es en sí misma parte del problema.
Los protagonistas no son unos inadaptados: son inversores minoristas que hacen uso de su fuerza colectiva, la misma que el “establishment” alimentó.
Estás leyendo Crypto Long & Short, un newsletter en inglés que analiza detalladamente las tendencias de los mercados de criptomonedas. Escrito por la jefa de investigación de CoinDesk, Noelle Acheson, se publica todos los domingos y ofrece un resumen de la semana —con ideas y análisis— desde el punto de vista de un inversor profesional. Puedes suscribirte aquí.
Se les animó a invertir sus ahorros en el mercado de acciones, se les ofrecieron aplicaciones móviles que lo facilitaban. Se les bombardeó con consejos e ideas desde los medios de comunicación dominantes. Se les dio dinero para gastar. Y los bajos rendimientos les impulsaron a subir la curva de riesgo.
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Aunque la atención se ha centrado en un puñado de acciones que han registrado retornos astronómicos por el entusiasmo de inversores minoristas, el origen y el resultado —sea el que sea— de este fenómeno están estrechamente relacionados con los mercados de criptomonedas.
No pretendemos quitarle el protagonismo a nadie. El canal de WallStreetBets que movilizó a las masas y lideró la avanzada no dio la bienvenida a los traders de criptomonedas. Sus motivaciones no son la descentralización ni el acceso justo, sino el malestar y el disfrute de su nuevo poder.
El enojo es profundo. La posición corta del 139% contra GameStop reveló una fuerte participación de los fondos de cobertura —en inglés, hedge funds—, pero se trataba de una consecuencia, no una causa. Tal rebelión parece una expresión de frustración reprimida ante las reglas sesgadas de los mercados de capitales que afianzan el poder de una “élite”, sumada al resentimiento residual por los rescates de 2008, la falta de transparencia del mercado y una larga lista de agravios generacionales. Una dinámica similar de “viejo” contra “nuevo” que también impulsa a los mercados de criptomonedas.
Muchos de nosotros nos sentimos atraídos por bitcoin debido a nuestra preocupación por el impacto que decisiones en defensa de intereses concentrados tienen en nuestra prosperidad. Otros se han sentido atraídos ante la concepción de las finanzas descentralizadas como antídoto contra el daño potencial del poder consolidado. Y existe un fuerte voto a favor de la soberanía financiera y la libertad comercial.
Todos nosotros advertimos cómo las finanzas tradicionales rechazaron inicialmente la idea de que un token programable pudiera tener valor o que el código pudiera producir rendimientos. El éxito de los mercados de criptomonedas ha obligado a gran parte de la “vieja guardia” a reconocer gradualmente que las cosas están cambiando. Los acontecimientos de la semana pasada, sin duda, harán que este mensaje sea entendido.
Aún hay más: las mismas plataformas que se vendían a sí mismas como democratizadoras de las finanzas finalmente restringieron el acceso de usuarios a ciertas operaciones durante la semana pasada, mientras el mercado se encontraba en plena actividad. ¿Podría existir una llamada de atención más notoria sobre las vulnerabilidades de la infraestructura actual del mercado? Google Trends muestra que las búsquedas de “defi” (NdT: abreviatura en inglés del término ‘finanzas descentralizadas’) están aumentando.
Existe el riesgo de que la nueva administración de Biden en Estados Unidos utilice la rebelión de los inversores minoristas como excusa para aplicar una sobrerregulación. Sin embargo, la opinión pública parece estar con los rebeldes, algo de lo que los legisladores están al tanto (no recuerdo haber visto antes al senador republicano de Texas Ted Cruz de acuerdo con la representante demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez).
Por su parte, la nominación de Gary Gensler — conocedor y en general a favor de los mercados de criptomonedas — para el puesto de presidente de la Comisión de Valores de Estados Unidos podría significar el comienzo de una reforma estructural en pos de un acceso más “democrático”.
Esto también podría modificar la concepción que inversores tienen sobre algunas de las cualidades subyacentes de activos que funcionan en blockchain y sus mercados. Es cierto que el acceso a estos mercados presenta algunos obstáculos, como la jurisdicción y la familiaridad con la tecnología. No obstante, la libertad de elección para los inversores y la experiencia de los usuarios nunca han sido mejores; y continuarán desarrollándose, con algunos grandes actores de la infraestructura de mercado buscando salir a bolsa durante este año.
Tras los eventos de la semana pasada no solo se volverá a examinar la estructura del mercado, sino también su comprensión necesitará ser replanteada. Esto también se encuentra en estrecha relación con las criptomonedas.
A lo largo de la semana pasada he perdido la cuenta del número de comentaristas que se han mofado acerca de los “fundamentals” y de cómo el precio no debería moverse en gran manera dado que la situación de GameStop (GME) no ha cambiado. Se equivocan: ya sea que las acciones estén sobrevaloradas o no (no tengo opinión al respecto), la situación de la empresa y sus fundamentos sí han cambiado.
En primer lugar, se debe tomar en cuenta la publicidad masiva. Dos: además de los posibles ingresos futuros por la venta de juegos, probablemente exista una oportunidad de merchandising mediante la venta de tazas y horquillas de marca. Y, en tercer lugar, hay un movimiento de apoyo al precio de las acciones, sólo que esto no se considera tradicionalmente relevante a la hora de evaluar activos. Debería serlo.
Investopedia define a los fundamentals del negocio como la “información sobre rentabilidad, ingresos, activos, pasivos y potencial de crecimiento”. Yo añadiría a esa lista “el apoyo del público”. Sí, los críticos de esta idea dirán que el sentimiento es efímero, difícil de ser estimado y, por tanto, imposible de ser valorado, mientras que los fundamentos tradicionales son tangibles y pueden descontarse.
Sin embargo, en la actualidad incluso los tangibles son meras estimaciones, las cuales —como hemos visto— pueden variar salvajemente y ser obsoletas a causa de acontecimientos imprevistos. También hemos notado cómo los sentimientos mueven a los mercados, y no sólo a corto plazo. Ningún analista puede ignorar razonablemente su poder; e insistir en que las decisiones de cartera “se limiten a lo básico” es suponer que las cosas volverán a ser como hace 50 años, cuando los inversores mantenían su dinero en títulos seguros y se olvidaban de ellos hasta la jubilación.
A los más veteranos, la fuerza desatada la semana pasada puede traernos a memoria al año 1999, cuando la fiebre del mercado alcanzó su punto álgido antes de estrellarse. Pero en ese entonces no teníamos el poder de las redes sociales, una generación todo el tiempo en su casa y el dinero de helicóptero del gobierno federal (NdT: referencia a la política monetaria a través de la cual las distintas administraciones distribuyeron dinero directamente a la población ante la pandemia). Tampoco nos enfrentábamos a un nivel sin precedentes de conflicto social, pérdida de confianza en las instituciones y una creciente confianza en la fuerza de la comunidad. Los mercados de hoy en día pueden dar un vuelco en cualquier momento y, cuando lo hagan, es probable que sea desagradable. No obstante, a diferencia de lo que ocurría a principios de siglo, es poco probable que la participación de los pequeños inversores desaparezca: este cambio cultural va más allá de ganar dinero.
El nuevo poder de los inversores individuales ha demostrado que el sentimiento no sólo está por encima de las previsiones de ganancias, sino que también puede influir en ellas. Los mismos inversores que invierten en las acciones pertenecen al mismo grupo demográfico al que se dirigirá el futuro negocio de GameStop. El poder colectivo demostró que el estado de ánimo de los mercados es una característica fundamental de estos, ahora más que nunca. Los fondos de cobertura, que entienden este fenómeno y colocaron órdenes de compra en consecuencia, pudieron haber impulsado algunos de los saltos de precios de la semana pasada.
Aunque es probable que la volatilidad acabe por calmarse y el análisis de los negocios desempeñe un papel importante en las decisiones de inversión, ya no podemos negar que el sentimiento no es un componente fundamental en las perspectivas de precios de un activo.
Esto es especialmente relevante en los criptoactivos. Los críticos han acusado a menudo a bitcoin de no tener “valor intrínseco”; es decir, de no tener flujo de caja, balance o crecimiento potencial de sus ganancias. Es cierto que no posee estas cualidades, pero sí cuenta con una creencia generalizada en su utilidad, política monetaria y eventual adopción por una comunidad aún más amplia. Eso debería considerarse una característica fundamental, ya que es obvio que impulsa la apreciación de precios.
Bitcoin no es el único ejemplo claro de ello. La semana pasada, el precio de dogecoin se multiplicó por diez en un momento dado (hasta un 500% al momento de escribir este artículo), lo que hizo que la criptomoneda entrara brevemente en la lista de los 10 principales criptoactivos por capitalización de mercado. DOGE no hace nada especial. Tiene un bonito perro como isologotipo. Su fundador renegó del proyecto hace años. Algunas personas lo han publicitado como una broma, la cual luego se convirtió en parte de su narrativa. O dicho de otra manera: su falta de fundamentos se ha convertido en parte de su valor. Podemos burlarnos de la gente que invierte en un activo impulsado puramente por el sentimiento, pero ese sentimiento ha mantenido vivo a DOGE durante más de seis años y ha atraído a un puñado de seguidores de alto perfil.
Como analista formada en las técnicas de valuación y asignación de carteras de la “vieja escuela”, comprendo la reticencia a abandonar la cómoda heurística; personalmente, echo de menos los flujos de caja descontados, tan agradables y limpios. Pero como los componentes y los participantes del mercado cambian, también debe hacerlo el análisis del mercado. ¿Alguien siquiera recuerda cuándo fue la última vez que los value stocks fueron favorables?
Los mercados de criptomonedas llevan algún tiempo ampliando los límites de lo que significa la palabra “valor”. La nueva generación de inversores nos está mostrando que las viejas reglas deben ser reevaluadas.
También están permanentemente difuminando los límites entre el “dinero inteligente” institucional y el “dinero tonto” individual. No solo eso: están demostrando que la reforma puede ser iniciada por aquellos que antes tenían poca influencia en la forma de obtener beneficios.
Este es el origen y el ethos del mercado de criptomonedas, en pocas palabras: nuevas reglas para un nuevo tipo de inversor. El mercado de criptoactivos nació en el mundo minorista y se alimentó desde la base. Atrae a los inversores que buscan una alternativa al sistema tradicional. Ha dado lugar a nuevas métricas y paradigmas de valuación.
Quienes trabajamos en este sector hemos observado el cambio de poder ocurrido la semana pasada con la sensación de que lo que esperábamos, finalmente, comenzó a suceder: un nuevo tipo de inversor insistiendo en nuevas reglas y en un nuevo lenguaje, y los mercados principales empezando a tomar nota de ello. Este nuevo tipo de inversor —ya sea enfadado con las élites y las reglas desiguales, fascinado por la aparición de un nuevo tipo de activo; o ambas cosas— obligará a reescribir algunas reglas de inversión establecidas tiempo atrás; y, al hacerlo, empujará al término “valor” hacia una definición más flexible para nuestros cambiantes tiempos.
Los inversores hablan.
Ray Dalio, fundador de Bridgewater Associates, el mayor fondo de cobertura del mundo, publicó un documento en el que expone su opinión sobre bitcoin. Es algo llamativo, dado que no hace mucho tiempo atrás expresó públicamente su escepticismo de que tuviera éxito.
Algunos extractos:
Elon Musk escribió “bitcoin” y su logotipo en su biografía de Twitter, y lo señaló con este tuit: “En retrospectiva, era inevitable”.
Scott Minerd, director de inversiones de Guggenheim Partners, declaró la semana pasada al canal de televisión Bloomberg que no cree que la base de inversores institucionales de bitcoin sea “lo suficientemente grande” o “profunda” como para justificar su valor actual.
En una entrevista con Yahoo Finanzas, la directora general de ARK Investment Management, Cathie Wood, reveló que las recientes conversaciones con grandes empresas le llevan a creer que más firmas seguirán el ejemplo de Square (SQ) y asignarán una parte de sus fondos a bitcoin. También dijo en el evento ETF Big Ideas de la semana pasada que duda de que se apruebe un fondo de inversión cotizado en bitcoin hasta que la capitalización de mercado del activo alcance los USD 2 billones.
El Banco de Singapur, brazo de banca privada del OCBC Bank —el segundo banco más grande del sudeste asiático por activos totales—, afirmó en una publicación de research que las criptomonedas tienen el potencial de sustituir parcialmente al oro como depósito de valor si logran superar los obstáculos de alta volatilidad, el riesgo de reputación y la falta de aceptación regulatoria.
Conclusiones:
Según fuentes, algunos de los fondos de dotación — endowment funds, en inglés — de las universidades más grandes de Estados Unidos —como Harvard, Yale, Brown y la Universidad de Michigan— han comprado sigilosamente criptomonedas desde 2019. Conclusión: esto es importante, dado el perfil inversor tradicionalmente conservador de los endowments. Lo más probable es que las asignaciones sean relativamente pequeñas, pero aun así los activos bajo gestión de los endowments universitarios son de cientos de miles de millones de dólares; lo pequeño puede llegar muy lejos. También vale la pena mirar de cerca esta actividad: algunas universidades, especialmente Harvard, han sido criticadas por sus inversiones en empresas de combustibles fósiles. La (malinterpretada) reputación del Bitcoin como algo malo para el medio ambiente podría atraer su atención.
Según el último informe trimestral de Genesis Capital, su volumen total de préstamos activos en circulación aumentó más de 80% en el cuarto trimestre, hasta llegar a los USD 3.8 billones. Las originaciones de préstamos aumentaron un 46%, hasta los USD 7.6 billones; el tamaño promedio de los préstamos se duplicó, pasando de USD 2 millones a USD 4 millones; y el promedio de los préstamos para primeros prestamistas aumentó de USD 0.6 millón a USD 3.2 millones. Conclusión: estas cifras de crecimiento ponen de relieve la creciente atención entre los inversores institucionales de los potenciales rendimientos de los criptopréstamos. Y mientras los rendimientos continúen siendo bajos en los mercados tradicionales, el aumento debería seguir siendo fuerte. Esto apoya una liquidez saludable en los mercados de criptomonedas, que a su vez debería contribuir a fortalecer la infraestructura del mercado y podría mitigar gradualmente la volatilidad de los activos. (Nota: Genesis Capital es propiedad de DCG, relacionado con CoinDesk).
En la última presentación de resultados de la empresa de business intelligence MicroStrategy (MSTR), su director general, Michael Saylor, se comprometió a seguir invirtiendo el exceso de caja de la compañía en bitcoin y dijo a los inversores que su equipo también “explorará varios enfoques” para realizar compras adicionales. Conclusión: realmente están trabajando para convertirse en un ETF de bitcoin (un fondo de inversión cotizado o Exchange Trade Fund, en inglés).
La empresa de minería de criptomonedas Marathon Patent Group (MARA) compró USD 150 millones en Bitcoin durante la reciente caída del precio de esta criptomoneda. Conclusión: aquí tenemos a una empresa minera de bitcoin comprando BTC en el mercado con el fin de convertirse aún más en un jugador especializado en el activo. Sin embargo, un ETF de bitcoin es aún considerado demasiado arriesgado.
La ciudad de Miami publicó el miércoles una copia del libro blanco de Bitcoin en su sitio web, y se unió así a la creciente masa de gobiernos y empresas que ya lo hicieron. Conclusión: un sitio web del gobierno municipal de Estados Unidos alberga el libro blanco de Bitcoin. Deja que esto cale hondo.
En los últimos meses, Grayscale Investments (propiedad de DCG, grupo relacionado con CoinDesk) ha solicitado el registro de más de 10 nuevos fideicomisos basados en criptoactivos de menor capitalización como aave, chainlink, polkadot y otros. Conclusión: Grayscale gestiona actualmente un conjunto de fideicomisos líderes en el mercado, incluyendo GBTC (bitcoin) y ETHE (ethereum), así como algunos más pequeños sobre horizen, litecoin, stellar y otros. Si bien Grayscale no está necesariamente revelando una intención de actuar en estas nuevas presentaciones, sí insinúa con una creciente amplitud de opciones para los inversores institucionales en los próximos meses.
El fondo de bitcoin de la empresa de inversión canadiense Ninepoint Partners (BITC.U y BITC.UN) comenzó a cotizar la semana pasada, tras completar una oferta pública inicial de 230 millones de dólares canadienses (USD 180 millones) en la Bolsa de Toronto. Conclusión: la considerable cantidad recaudada no sólo convierte a este fondo de criptomonedas en el más grande de Canadá y el segundo en dos meses en salir público (el CI Galaxy Bitcoin Fund comenzó a cotizar en la TSX tras levantar USD 72 millones en diciembre), sino que también apunta a una demanda significativa y creciente por parte de los inversores de ese país.
El parlamento de la India está estudiando un proyecto de ley respaldado por el gobierno que prohibiría las criptodivisas “privadas” y proporcionaría un marco para crear una moneda digital oficial del Banco de la Reserva de la India. Conclusión: el impacto potencial del proyecto de ley propuesto aún no está claro. Por ejemplo, ¿qué se entiende por criptodivisa “privada”? Bitcoin y otras son criptomonedas públicas. Esto sentaría un precedente preocupante, aunque también sería un interesante caso de estudio sobre la eficacia de las prohibiciones gubernamentales sobre criptoactivos.
Si quieres tener una perspectiva rápida del rendimiento mensual del mercado, mi colega Shuai Hao ha elaborado esta tabla de rendimientos. Si prestas especial atención, podrás ver que los meses de verano son tradicionalmente más débiles y que el final del año suele ser más fuerte. Además, se puede advertir que la volatilidad ha disminuido un poco (menos colores oscuros de cualquier tono).
Traducido por Andrés Engler.