En todo el mundo las mujeres han sido marginadas cuando se trata de finanzas y tecnología, y Medio Oriente no es una excepción. Por suerte las cosas están cambiando, e internet está ofreciendo nuevas oportunidades de aprendizaje e inclusión.
Blockchain ofrece una página en blanco en Medio Oriente: una nueva industria con reglas aún no definidas donde las mujeres pueden participar y hacerla suya si les son dadas las herramientas adecuadas.
La doctora Amber Ghaddar es cofundadora de AllianceBlock.
No es ningún secreto que en zonas de Medio Oriente las mujeres tienen mucha menos autonomía financiera en la sociedad que los hombres. Un informe de McKinsey de 2020 sobre “las mujeres en el trabajo” en esa zona descubrió que persisten grandes desigualdades, sobre todo en la protección jurídica y la inclusión financiera, con un número significativo de mujeres en la región que siguen sin estar bancarizadas.
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La distribución del conocimiento es más igualitaria hoy en día, ya que cualquier persona con acceso a internet puede aprender a programar o comerciar. Las finanzas descentralizadas (DeFi) pueden ayudar a nivelar el terreno de juego cuando se trata de las finanzas de las mujeres, eliminando la necesidad de intermediarios y la dependencia de instituciones centralizadas que a menudo no salvaguardan su dinero.
Iniciativas brillantes como All Girls Code están sacudiendo el statu quo de la región al animar a mujeres a programar y estudiar materias de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas —STEM, por sus siglás en inglés— en una universidad. En otros lugares, asociaciones como Arab Women In Code están liderando la tarea de dotar a las mujeres de más habilidades. En el Líbano, el país natal de mi padre, esta institución participó en la organización del primer hackathon exclusivamente femenino en 2015, y desde entonces han seguido ganando impulso eventos similares.
Lee más sobre el tema en este artículo de opinión en inglés: Crypto Adoption in Middle East Will Come From Unstable Nations
Cuando se permita, las mujeres de Medio Oriente se beneficiarán en gran manera del acceso a criptomonedas. La naturaleza descentralizada y anónima de las transacciones de los activos digitales permitirá que las mujeres no sean discriminadas por su género y puedan tomar el control de su dinero sin la participación de intermediarios.
Las monedas digitales se han ido abriendo paso en Medio Oriente, con la primera cotización en bolsa de criptomonedas en Dubai este año, así como con las pruebas del shekel digital por parte del Banco de Israel. En los mercados en desarrollo las criptomonedas ofrecen a los ciudadanos una forma de controlar su dinero sin tener que depender de la relativa dificultad o prosperidad de su economía nacional.
En muchas zonas las mujeres son desiguales tanto a los ojos de la sociedad como de la ley, lo que se ve agravado por prejuicios manifiestos en la vida cotidiana. Las conclusiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que las mujeres constituyen la mayoría de la fuerza laboral en los sectores de la salud y los servicios sociales en Medio Oriente, y que suelen desempeñar el papel de amas de casa y cuidadoras.
La pandemia, sobre todo en los mercados emergentes, ha agravado un desequilibrio de género ya existente, debido a que las mujeres tienen muchas más probabilidades de sufrir las consecuencias económicas de la crisis debido a su situación económica y sus profesiones. Son estos desequilibrios los que reflejan la necesidad de contar con fuentes de ingresos y vías educativas alternativas para ellas.
En las zonas devastadas por la guerra, como el Líbano, hay una enorme diáspora de mujeres y hombres por igual, debido a que los ciudadanos han tenido que huir de la crisis económica y una posible hambruna. Para los ciudadanos que aún permanecen las criptomonedas se han convertido en una forma de sortear un sistema financiero obsoleto, cuyo valor de la moneda local se desplomó más del 80% durante una crisis económica que alcanzó su punto álgido en marzo de 2020.
LAS MONEDAS DIGITALES OFRECEN UN MEDIO PARA QUE LAS MUJERES DE MEDIO ORIENTE TOMEN EL CONTROL DE SUS FINANZAS
Los ciudadanos han recurrido cada vez más a las criptomonedas para transferir su dinero, mientras utilizan salas de chat encriptadas en Telegram para realizar transacciones. Aquí vemos un ejemplo de la libertad que los criptoactivos pueden aportar en tiempos difíciles al proporcionar una forma segura y anónima para que la gente tome el control de sus finanzas cuando las instituciones estatales no lo hacen. Las mujeres marginadas en Medio Oriente deberían tomar nota de estas libertades y aprovechar las monedas digitales cuando sea posible y útil.
También es importante señalar que blockchain es más que DeFi: tiene la capacidad de remodelar las cadenas de suministro y redefinir la forma en que los países hacen negocios, además de ser una fuerza para el bien social. El trabajo que Cardano está realizando en Etiopía para ayudar al gobierno a hacer un seguimiento del rendimiento académico de los estudiantes en las escuelas locales es sólo uno de los muchos ejemplos de las increíbles formas en que las capacidades de seguimiento y almacenamiento de datos de blockchain pueden utilizarse para el bien social.
Viendo estos ejemplos, las mujeres de Medio Oriente deberían tomar nota de todas las industrias que pueden beneficiarse de blockchain y de cómo pueden marcar la diferencia.
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La debilidad de los gobiernos y el éxodo de la población a causa de la guerra o la inestabilidad suelen fomentar la adopción generalizada de tecnologías emergentes como blockchain y las criptomonedas, ya que los ciudadanos buscan fuera del estado la gestión de su dinero y otros asuntos.
En la misma línea, las monedas digitales ofrecen un medio para que las mujeres de Medio Oriente tomen el control de sus finanzas en tiempos de crisis. Con una visión más a largo plazo, las mujeres de la región deberían tener en cuenta las oportunidades que ofrece la emergente esfera de blockchain. Las mujeres desarrolladoras en esta industria son muy solicitadas en todo el mundo.
Las economías que no se basan en las materias primas y que cuentan con fuertes tasas de educación superior, como Jordania, Líbano y Túnez, ofrecen oportunidades óptimas para que las mujeres con formación se introduzcan en este apasionante sector. Si cuentan con la educación y los recursos adecuados, las mujeres de Medio Oriente pueden beneficiarse de la cadena de bloques y contribuir con ella, lo que a su vez les ayudará a aumentar su libertad económica y social.